En la presente entrada trataremos una de las razones más poderosas para la toma de una Conciencia Planetaria: las graves desigualdades económicas, sociales y sanitarias que dividen en dos a la Humanidad, los denominados Primer y Tercer Mundo. Curiosamente ambos extremos se tocan actualmente por un mismo término, el rescate, pero por razones, reacciones y actitudes muy distintas y opuetas.
La crisis ha llamado a las puertas de los países desarrollados del planeta, y entró en las estructuras financieras y sociales de los mismos para quedarse por largo tiempo. En Europa (zona euro) no para de hablarse a diario de la amenaza del rescate financiero. Grecia, Irlanda y Portugal ya sufrieron lo que para muchos supone una vergüenza y un desprestigio: ser rescatados por la hasta ahora poderosa hucha financiera de la Unión Europea. Otros países como España e Italia procuran desembarazarse de dicha amenaza casi a diario, acosados por los especuladores financieros, siendo especialmente temidas las llamadas agencias de calificación crediticia o de rating (Standard & Poor´s, Moody´s Investor y Fitch Ratings son las más importantes del mundo). Las calificaciones regulares de dichas agencias tienen una repercusión directa y dramática en las bolsas de los países en entredicho, así como en sus Deudas Públicas que ven dispararse sus intereses...
En Estados Unidos, y según el The Wall Street Journal, un centenar de bancos rescatados en EEUU corren peligro de quiebra.
Pero existe otra horrible crisis que apenas ocupa espacio en los medios de comunicación de los llamados países desarrollados. Se trata de una de las peores crisis alimentarias que afecta al mundo, incrementada por la sequía que perjudica gravemente a naciones del África Oriental. La organización no gubernamental Acción Contra el Hambre estipula que 10 millones de personas sufren de hambruna en los países de esa región africana. En Somalia, país del llamado Cuerno de África, huyen a diario miles de somalíes a las naciones vecinas para escapar del hambre y la sequía, mientras que Kenya, más al sur, cuenta con una población de tres millones que son afectados por el hambre, y en Etiopía, al oeste del Cuerno, están imposibilitados de recibir los comestibles básicos para sobrevivir.
La ONG Médicos Sin Fronteras ha lanzado a este respecto una campaña denominada hambrientos de atención, en la que se avisa que en la actualidad la mayor parte de la ayuda alimentaria internacional se compone de harinas, que quitan el hambre pero no aseguran que los niños crezcan y estén sanos. Esto pone en riesgo la vida y el futuro de los 195 millones de niños que sufren los efectos de la desnutrición (se ha calculado que cada minuto mueren 9 niños por causas asociadas a la desnutrición). Médicos Sin Fronteras es un ejemplo de cómo hacer realidad el sueño de la Globalización de la Justicia y la Solidaridad, al pedirnos a todos que firmemos en su web un manifesto que será entregado a los gobiernos donantes de ayuda alimentaria, pidiéndoles que la misma responda a las necesidades nutricionales de los niños pequeños.
Los países del entorno del África Oriental, así como otros tantos países pobres del Tercer Mundo no temen ser rescatados. Para estos países las crisis son catástrofes que los azota regularmente en forma de sequía, inundaciones, tsunamis, terremotos y que provocan hambrunas y enfermedades, que los hunden aún más en la miseria y que diezman sus poblaciones…
La parte de la Humanidad de este planeta llamada Tercer Mundo sueña con el rescate, suplica el rescate en forma de ayuda de esa otra parte llamada Primer Mundo y que se lamenta de su crisis financiera, la que se sacude la amenaza del rescate y la que siente la vergüenza de ser rescatada. Los países mal llamados desarrollados que lloran el rescate, reciben inyecciones de dinero en sus bancos y gobiernos para paliar sus crisis, los países del Tercer Mundo acosados por el hambre y la miseria, lo que reciben son inyecciones en los maltrechos cuerpos de sus habitantes para combatir sus enfermedades y epidemias.
Este es el cruce de dos crisis en el Primer y Tercer Mundo, estas son las dos caras de una misma moneda: la vergüenza de ser rescatados y la esperanza por un rescate que nunca llega.
Francisco Pérez Paulete.