Presentación

Este blog trata de un sentimiento de identidad y de toma de conciencia que está emergiendo en estos momentos críticos que vive la Humanidad. Es una conciencia que trasciende los separatismos excluyentes, que integra la diversidad de identidades étnicas y nacionales dentro de un todo que conforma la familia humana. Esta visión es por tanto incluyente, holística e integral, pues a diferencia de otras ideas y actitudes totalitarias, la Conciencia Planetaria respeta la diversidad, y da una razón a ésta para confraternizar a las partes e ir erradicando los conflictos étnicos, políticos, económicos, religiosos, etc.

El concepto de globalización ha venido derivando en una visión e interpretación exclusivamente negativa, pues ciertos poderes políticos, económicos y religiosos han venido tejiendo una red de influencias y poder prácticamente mundiales. El Nuevo Orden Mundial preconizado por altos líderes políticos y económicos occidentales, y como respuesta al azote del terrorismo y de la crisis económica internacionales, no es más que una manifestación negativa y oscura que se aprovecha precisamente de la fragmentación que esas mismas fuerzas o poderes han venido produciendo en el tejido social, ideológico y espiritual de la Humanidad.

Por lo tanto, el antídoto para este veneno que nos corroe inyectado por esta globalización negativa, no puede ser otro que la expansión de la globalización de la Fraternidad, la Paz y la Justicia.

Por otra parte, no se puede separar el todo que conforma la unidad del Género Humano, de la unidad orgánica y noosférica del planeta Tierra, auténtica Madre de todas las formas de vida que alberga. Algunos pensadores y científicos contemporáneos han venido poniendo en aviso que Gea, Gaia o Pachamama, es un ser vivo cuyo equilibrio vital está siendo puesto en peligro por la propia Humanidad. Esta comprensión es integrada en la Conciencia Planetaria.

Esta conciencia como tal no es nueva. Algunas culturas indígenas, especialmente observadoras y respetuosas de los procesos y fenómenos naturales, desarrollaron sus culturas en base a que los humanos somos una parte más de la vida de la Tierra, lejos de nuestro tradicional concepto occidental de dominación y supremacía. La diferencia de esto respecto al concepto aquí expuesto de Conciencia Planetaria, estriba en que esas culturas indígenas y ancestrales han vivido esa visión de forma separada del resto de pueblos o civilizaciones...

La imágen ya mítica de Neil Armstrong clavando la bandera de los Estados Unidos en territorio lunar, y diciendo aquellas famosas palabras de un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la Humanidad, no deja de ser un gesto genuínamente irónico, por no decir hipócrita. La bandera de rayas y estrellas de los Estados Unidos clavada en la luna, más que hablar de un logro del género humano, viene a indicar esencialmente la derrota de los soviéticos en esa carrera por pisar primero la Luna.

No obstante, aquella experiencia lunar nos brindó una imágen verdaderamente emotiva y significante para la toma de una Conciencia Planetaria: la imágen de la Tierra vista desde el suelo lunar. Por primera vez toda la Humanidad tuvo la oportunidad de pensar y meditar sobre nuestro Hogar Común, eterno escenario de nuestras penas y alegrías, de nuestros fracasos y triunfos...

Esa claroscura exploración espacial, con sus avances en los campos tecnológico y astronómico; la expansión vertiginosa de las telecomunicaciones, especialmente de internet y las redes sociales; lo que se viene llamando Calentamiento Global, con todas sus implicaciones ambientales, así como el permanente reto de erradicar el hambre y las grandes enfermedades en el mundo, nos posibilitan y obligan a comprometernos en asimilar personal y colectivamente esta Conciencia Planetaria, la que posiblemente esté llamada a convertirse en la Revolución del siglo XXI, como lo fué para el XX la Revolución Industrial y Tecnológica.

Pero tambien el surgimiento de la Conciencia Planetaria tiene otros enfoques y causas, menos conocidos que los expuestos en el párrafo anterior, como el anunciamiento de una Nueva Era para la Humanidad, que muchas culturas y tradiciones espirituales han venido señalando para los momentos actuales de nuestro calendario. A esta perspectiva menos conocida dedicaremos una atención especial.

De las implicaciones, esperanzas, discusiones y debates sobre este nuevo paradigma versará el contenido del presente blog. Ojalá ello sirva para contribuir humildemente en la construcción de una cultura de paz y fraternidad, de unión en la diversidad, así como de reconocer y amar a nuestro planeta como a una auténtica madre que nos cobija en la inmensidad del Cosmos...

Gracias por vuestra visita.

Francisco Pérez Paulete.