Puedo quejarme del camino tortuoso,
o agradecer la dificultad que me curte y da experiencia.
Mirar la montaña temiendo su viento y nevada,
o apreciar su silencio e invitación a subir.
Quizás ver su cumbre inalcanzable y llorar que no puedo,
o alcanzarla para expandir el horizonte.
Puedo pararme, caminar hacia atrás, rodar por laderas,
o andar llanuras infinitas y desiertos de arena.
El Sol me llama, me susurra un regreso de Ascensión,
la conquista de cumbres borrascosas y doradas,
Quiero quitarle al puedo la duda para despojarlo del miedo.
Francisco Pérez Paulete.
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