Las estrellas no están separadas por años luz,
están unidas por la Luz que trasciende los años.
Tampoco están separados los ojos por el entrecejo,
sino que se encuentran en la mirada del yo y el tú.
¿Y las manos, acaso están aisladas cuando aplauden o cuando rezan?
No llores mas, que la noche y el día siempre se abrazan en el crepúsculo,
como labios que se hacen uno en el silencio y el beso.
Un Corazón está latiendo Compasión para ser más que un músculo,
y convertirse en un Sol que ilumina y calienta mundos.
Francisco Pérez Paulete
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